martes, 29 de mayo de 2007

¡Basta ya !. Reclamo de un ciudadano, o sea nadie

Sra. Presidenta y Asociados:

Por su discurso y recambio de terminologías para tapizar la ineficiencias de sus funcionarios encargados del Transantiago.

Creo estar en lo cierto al pensar que la personas (dejando fuera de este razonamiento a los individuos tras el partido pop o sus partidarios favorecidos) en general no se tragan los eufemismos para maquillar las faltas de proyección y estimación profesional y técnica. No Señora Presidenta, lo siento por usted, pero el tiempo en que "las masas" se tragaban las expectoraciones del "León de Tarapacá", "el Chicho y sus amigos encendidos", "Pinocheques", etc., no es la misma o no se hallan en el mismo ánimo social, pese al endeudamiento diario de muchos chilenos, esto no va más por ahora.

¿Qué espera?, seguir dilapidando dinero en un símbolo político ya inoperante...

Recuerde que ha muerto gente, sus ciudadanos viajan día a día en el metro o la "micro".


El metro de Santiago no es el metro de Tokio, y los ciudadanos santiguinos no poseen una calidad de vida (en ingresos económicos sin endeudamiento) como los japoneses y no poseen un comportamiento cívico "ordenadito" y respetuoso como los suecos suecos y los filandeses; eso sí, si llamaran al "Ejército jamás vencido", pues a punta de ballonetas, degüellos y electroshock, como medida disciplinar, puede que sí. Pues "gracias" a eso y otros elementos no menos importantes y esenciales, la gran empresa posee buena rentabilidad; ya que un nuevo individuo ciudadano emergió a las grandes alamedas, ése que lleva en su corazón y memoria colectiva, el "miedo" o "temor"... a perder el trabajo. Y ese otro ciudadano que por sentirse seguro de sus redes de protección, saca la vuelta.

Recuerde que ha muerto gente o han quedado personas heridas por diferentes motivos derivados de la implementación del fracaso no asumido.

No siga escondiendo el mismo proceso con palabras diferentes. Se requiere una acción definitiva y no en el transcurso de un año; vuelva al antiguo sistema aprovechando lo que se ha alcanzado con el actual sistema (buses en mal estado fuera tajantemente, selección de personal idóneo en la conducción del transporte público, expulsar a los jerarcas mafiosos del sistema y los vínculos de políticos mercanchifles, etc.). No es nuestra tarea y responsabilidad (si fuese otra la forma de organización social y económica, puede que sí, dependiendo de cual sea), es de sus funcionarios que sacan la vuelta o quieren recortar para su propia economía familiar y estilo de vida.


Recuerde que ha muerto gente y endulcorar el discurso no va bien, ya tenemos bastante de eso en la historia reciente del país, con "héroes" ya fallecidos, creyendo que salvaron a la patria hasta su deceso, babeando palabras de unidad y buen corazón a última hora. No va bien relativizar las responsabilidades y generalizarlas.

Don Ricardo, el Sr. del dedo apuntador ya no es el que fue y puede guardarse su dedo donde quiera, ya que las instituciones funcionan. Este hombre seguro de hablar y obrar tampoco tapa este entuerto craneado sesgadamente, ni ahora ni nunca.

¿Instituciones que funcionan, mecanismos e instrumentos que sirven a quiénes...ulteriormente?

Sra. Presidenta:

La suerte ya esta echada, parte de su obrar político moral se observa en la prioridad que da en parar el mal a su gente ciudadana, que se transporta diariamente a sus trabajos para recibir el pago de su "libertad"(¿?) material y mantener sueldos funcionarios, sentaderas empresariales y estilos de vida privilegiados. ¿Acaso tenemos en la balanza: el padecimiento ciudadano o la propia competencia política frente a sus adversarios y mercaderes de la vida humana?.

Al final, es su gente ciudadana la que costea todo siempre, paga su propio encierro e incomodidad en el transporte, paga los cambios de discursos y acciones fallidas. Y no es que me interese su política partidaria, pero esta regalando su querido electorado concertacionista a los apropiadores de la vida humana, a sus verdaderas y frías mentes calculadoras descaradas, que creen que con un domingo para la nana y en el practicar "el verdadero catolicismo" todo esta bien. Si a ellos, ellos que proclaman que "no hay por que reclamar", "el que sabe sabe", "y si yo pude por qué tu no", esfuerzo y dedicación para que los de más "abajo" sirvan en la fuerza que marca sólo un punto en la esfera que se mantiene siempre arriba. Un mundo según las reglas de la frase habitual: "si no te gusta ándate, habrán otros que quieran, pues hay una muchedumbre esperando por el puesto; pues el menor costo es lo que importa, mientras sigamos ganando nosotros y conservemos aquel gran punto arriba de la esfera". Esfera, que por supuesto les pertenece...


Gilberto von Mamerto


1 Comment:

Leo Ríos said...

Bravo, amigo. Muy sentido, certero, sincero y emotivo. Ojalá lo leyeran muchos más.
Un fuerte abrazo